Claudia Piñeiro.
Sebastián Ávila hace que te pares de la silla y te metas en el libro. El lector pasa permanentemente de la diversión a la emoción y al llanto: todo lo que se le puede pedir a un texto. Las novelas que trabajan con el vacío para que pueda entrar el lector y poner su propia experiencia son las más interesantes, y Ovejas lo logra de un modo magistral. Fabián Casas
Con solo leer las primeras páginas uno ya sabe que no parará hasta el final. Es una gran novela: potente, atrapante, dramática y formalmente impecable. Un autor al que habrá que seguir de cerca. Sergio Bizzio